Cómo cuidar tus electrodomésticos para prolongar su vida útil y prevenir riesgos en el hogar

Los electrodomésticos son aliados indispensables en la vida cotidiana. Desde el refrigerador hasta el microondas, el lavarropas o el aire acondicionado, todos cumplen una función esencial que facilita las tareas diarias. Sin embargo, muchas veces se descuida su mantenimiento, lo que no solo acorta su vida útil sino que también puede derivar en fallas eléctricas, cortocircuitos o incluso incendios domésticos.

A continuación, compartimos una guía práctica con consejos para mantener tus electrodomésticos en óptimas condiciones y prevenir riesgos en el hogar.


1. Evitá las sobrecargas eléctricas

Una de las principales causas de daños en los electrodomésticos es la sobrecarga en la red eléctrica. Cuando se utilizan varios equipos de alto consumo al mismo tiempo —por ejemplo, un horno eléctrico, un microondas y un lavarropas—, los cables y tomas pueden recalentarse y generar cortocircuitos.

Recomendaciones:

  • Utilizá zapatillas o extensiones con protección térmica y fusible.
  • No conectes demasiados equipos en el mismo enchufe.
  • Si vivís en una zona con tormentas frecuentes, instalá un protector de tensión para resguardar tus aparatos ante descargas o variaciones eléctricas.
  • Revisá periódicamente el estado del tablero eléctrico y asegurate de que los disyuntores y térmicas funcionen correctamente.

2. La limpieza: un hábito que prolonga la vida útil

El polvo, la grasa y la suciedad acumulada pueden afectar el rendimiento de cualquier electrodoméstico. Además, las obstrucciones en ventiladores o rejillas dificultan la circulación del aire, provocando sobrecalentamiento y fallas internas.

Consejos prácticos:

  • Desconectá siempre el aparato antes de limpiarlo.
  • Para electrodomésticos de cocina (como hornos o microondas), usá productos neutros y evitá los abrasivos.
  • Limpiá filtros, ventiladores y entradas de aire al menos una vez por mes.
  • En heladeras, descongelá cuando la escarcha supere el medio centímetro y mantené la parte trasera libre de polvo.
  • Los equipos de aire acondicionado también requieren limpieza de filtros al inicio y final de cada temporada.

Una limpieza regular no solo mejora el funcionamiento, sino que reduce el consumo energético y evita desperfectos por sobrecarga térmica.


3. Cuidá los electrodomésticos de la humedad

La humedad es uno de los mayores enemigos de los aparatos eléctricos. Puede corroer los circuitos, oxidar componentes y generar descargas peligrosas.

Recomendaciones:

  • Mantené los electrodomésticos alejados de fuentes de agua, vapor o condensación (como piletas o cocinas sin ventilación).
  • Si el ambiente es muy húmedo, utilizá un deshumidificador.
  • En caso de inundación o filtración, no intentes enchufar los aparatos mojados. Esperá a que un técnico revise su estado antes de volver a utilizarlos.

4. Revisá cables, enchufes y conexiones

Los cables pelados, enchufes sueltos o conexiones improvisadas representan un riesgo grave. Pueden causar descargas eléctricas, incendios o daños irreversibles en el equipo.

Qué revisar periódicamente:

  • Que los cables no estén doblados, forzados o recalentados.
  • Que los enchufes no estén flojos ni presenten chispas al conectar.
  • Que los adaptadores o alargues sean de buena calidad y tengan la potencia adecuada para el equipo.

Si detectás algún problema, desconectá de inmediato y contactá a un técnico matriculado. Evitá reparaciones caseras: muchas veces, una solución improvisada termina agravando el daño.


5. Desconectá cuando no los uses

Más allá del ahorro energético, mantener los electrodomésticos desenchufados cuando no están en uso es una medida de prevención ante subidas de tensión o tormentas eléctricas. Algunos aparatos —como el televisor, el router o el microondas— continúan consumiendo energía en modo “stand by”, lo que a largo plazo también impacta en la factura de luz.

Un buen hábito es usar regletas con interruptor o enchufes inteligentes que te permitan cortar el suministro con facilidad.


6. Realizá controles técnicos periódicos

Así como el auto necesita mantenimiento, los electrodomésticos también deben revisarse cada cierto tiempo. Una verificación técnica puede detectar a tiempo fugas eléctricas, sobrecalentamientos o piezas desgastadas que, de no atenderse, podrían generar un daño mayor.

Se recomienda una revisión anual, especialmente para equipos de alto consumo como aire acondicionado, calefactores eléctricos o lavarropas.


7. Contá con respaldo ante imprevistos

Aunque tomes todas las precauciones posibles, los imprevistos pueden ocurrir. Una falla eléctrica, una tormenta o un cortocircuito pueden afectar tus aparatos o causar daños en tu vivienda.

Contar con un seguro de hogar que cubra daños eléctricos, incendios o robos te brinda tranquilidad y respaldo económico para reparar o reemplazar los equipos afectados.

Un seguro también puede incluir servicios de asistencia domiciliaria, con técnicos especializados para resolver urgencias eléctricas, de gas, plomería o cerrajería, sin costos adicionales.


En resumen

Cuidar tus electrodomésticos no solo prolonga su vida útil, sino que también protege tu hogar y a tu familia. Con pequeños hábitos de mantenimiento, controles periódicos y el respaldo de un seguro confiable, podés prevenir accidentes y vivir con mayor tranquilidad.

Mantené tu casa segura, tus equipos protegidos y tu tranquilidad asegurada.

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